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1 mar 2014

Oro parece plata no es.

Les decía el otro día a mis alumnos que no aceptaran nunca el papel de Cyrano de Bergerac en su escena del balcón, que mejor se ahorraran aquello de no otorgar el merecido protagonismo a su intelecto para regalárselo a otros, acaso más atrevidos, más participativos, esos otros más ávidos del estrellato. Les decía a los chavales que tomaran las riendas de sus talentos y los exhibieran con los honores pertinentes, porque con o sin narizota, en el mundo se termina conociendo más a los que están delante sepan o no sepan hablar, que no a los que permanecen detrás de las bambalinas.


Pero cierto es que de retóricas, jerigonzas y poéticos discursos a lo Cyrano nos da por hacer uso a veces solo cuando tenemos con qué escondernos. Detrás de la pantalla de un ordenador o detrás de la pantalla de un móvil, hablemos de whatsapp, esa herramienta para comunicarnos con lenguaje propio, inmediatez extrema y normas tácitas que en el fondo no sabemos si todos aceptamos. Hace una semana hubo una caída de esta aplicación de la mensajería instantánea, una caída que no duró lustros sino horas. Rise & fall de un imperio que ,señores ¡parece que tuvo su trascendencia!

Y es que sin whatsapp, ¿qué nos queda? Llamar por teléfono y escuchar una voz en vivo y en directo con sus tonos, sus modulaciones, sus silencios, correr el riesgo incluso de que no nos respondan o nos cuelguen; à bientôt al morbo del pitidito "espera que tengo un whatsapp". ¿Demasiado corriente quizás?
Relaciones que se crean, se basan y se destruyen en torno a un chat (WTF?!). Fotos y emoticones que acarician nuestras soledades. Pseudodesconocidos  que con un inofensivo wassap te alegran o te nublan el día. La quimera de los misterios del lenguaje, las nuevas identidades del siglo XXI, lo que parece una conversación no lo es.


Un experimento que justamente quiso condensar en unos minutos de grabación la importancia de las apariencias o personal branding fueron estos brit que  evidencian el vox populis de "si tienes buen aspecto (y tu actitud va acorde a él) lo tienes más fácil"; no hay más ciego que el que no quiere ver.


Así que amig@s maquíllense aprovechando que estamos en Carnaval, que se avecinan las Fallas, y que cualquier ocasión es buena para ponernos las máscara de lo que no somos o quemar un poco de arte ...