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24 nov 2013

eSpatriado con s.

Un Julio Verne accesible al público infantil aparecía en las pantallas de la TV española a principios de los 80 , en esa ocasión en forma de dibujos animados. Muchos recordaremos a sus personajes, animales humanizados con un cierto aire de sofisticación británica: excéntricos, ludópatas, atrevidos, leales, cínicos, apasionados, refinados, competitivos, perseverantes, tramposos, moralistas ... Un tal Willy Fog arriesgaba temerariamente toda su fortuna en una apuesta que, al igual que en el original de Verne , consistía en dar la vuelta al mundo en 80 días ;  se trasladaba gentilmente al  espectador, al niño, la excitación de la aventura, la emoción sin parangón del viaje.
 
 
Supongo que en lo que a viajes se refiere algunos tenemos destinos marcados, lugares en los que terminamos queramos o no, entrando y saliendo, casi de manera cíclica. Bien sea por afinidad , azar o mera familiaridad, esas paradas que se repiten una y otra vez  ampliando incluso nuestra zona de confort, terminan por aportarnos una perspectiva más o menos profunda acerca de esas culturas que no son la nuestra y por tanto nos permiten decidir si realmente nos apetece derrumbar nuestros prejuicios, filias y fobias.
En mi caso , el ciclo se ha convertido en un triángulo de las Bermudas: Alemania, Francia y Estados Unidos, para los amigos Germania , Gabachilandia y los Estates respectivamente. Entro en esos tres países siempre con la premisa de querer o deber quedarme a largo plazo en ellos, salgo con la sombra del no querer o el no deber y sin más viceversa.
 
 
Al margen de que en el panorama actual la recesión económica global haya puesto de manifiesto una agudizada necesidad migratoria en países como España en los que el nomadismo , si bien no es nuevo, había dejado de producirse desde hace décadas (y parece que a algunos les falla la memoria histórica al respecto) ... hacía años que unas preguntas sin resolver me asaltaban tanto dentro como fuera de las fronteras íberas:
- ¿es el españolito un espécimen de fácil adaptación a los nuevo hábitats?
- ¿son nuestra idiosincrasia latina, nuestras infinitas facilidades al buen vivir en tierra patria, los que nos incapacitan para aceptar pulpo/ octopus/ poulpe/ Tintenfisch/ blekksprut/ tako como animal de compañía?
- ¿ser cosmopolita y tener curiosidad NO es lo mismo que creerse cosmopolita y tener necesidad?
- ¿cuánto daño hizo el non plus ultra?
- ¿son las comparaciones odiosas?

 
En la cruzada del saber, un equipo de 5 afamados eSpatriados (vamos , colegas a los que he presionado para poder contar con su visión personal) nos ilustran con  sus testimonios como "españolito expatriado". Emigrar un acto de soledad. Al gusto del consumidor :
  • SINOLEGALA : eSpatriado felizmente desde 2005 en Alemania.
La gente me pregunta si echo algo de menos y se sorprenden cuando les digo que no. "Bueno, sí: el precio del aceite de oliva y del jamón bueno, pero por lo demás, nada". Me encanta la manera de vivir en Múnich; no hay ruido, la nieve se mantiene blanca porque no hay polución, los teatros se llenan... Creo que vivir ESpatriado sólo tiene ventajas. Eso sí, uno tiene que tener ganas de descubrir cosas, de equivocarse y de solucionar sus propios problemas. Todo eso sólo es posible realmente si te marchas de casa. Lo antes posible, y cuanto más lejos mejor. Por lo demás, los contactos que valen la pena se mantienen sin problema gracias al e-mail, al teléfono y a los vuelos low-cost. Pero lo mejor es que los contactos que no valen la pena ¡Se pierden también sin problemas!
La nostalgia y los apegos claramente no están hechos para mi amigo germanófilo.

  • BEN HUR: Año y medio en algún lugar de la República Checa.
Las razones de mi marcha ... que más que una marcha fue una huida. La imposibilidad de encontrar no ya un trabajo de lo tuyo, que lo veía una auténtica quimera, sino un trabajo con unas condiciones medianamente estables, imposibilitaban desarrollar un proyecto de vida en una de las ciudades que más amo de este mundo; Madrid.
Todavía recuerdo el día que me comunicaron la noticia de que me contrataban y el día que tomé el avión. No estaba triste, todo lo contrario, estaba feliz por la posibilidad de encontrar algo nuevo (y quizás bueno), la posibilidad de descubrir, aprender, conocer y por fin tener un trabajo en condiciones.
Tengo la tranquilidad de poder vivir sin grandes preocupaciones, de poder pensar que quiero hacer en esta vida y la sensación de que mi vida la decido YO.
Los puntos negativos, bueno pues (lo siento no voy a lanzar el puto tópico del tiempo), quizás a veces el pensar.... que tu sitio no es España y que este viaje, realmente, solo tiene billete de ida. A mi en ocasiones si me genera cierta nostalgia y a veces hasta un poco de miedo.
Otra pregunta... ¿Ha sido fácil?
No, no lo ha sido. Encontrar el trabajo fuera me llevo casi dos años, con muchas decepciones por el camino. Emigrar no es fácil, primero a nivel emocional todo lo que dejas, el pensar que tu esfuerzo de años de estudios, de master, de posgrados, pero de mucho muchos sueños se han visto truncados por cuatro gilipollas.
Lo inicios no son fáciles y toca trabajar muy duro y demostrar a tu empresa de lo que tú eres capaz, este camino se hace muchas veces cuesta arriba. El que piense que irse de España es rollo Españoles por el mundo, esta pero que muy equivocado. Pero bueno.... Como decían en la película..... "Os mantenemos vivos porque remáis... Así que remad y vivir". Y sí, después de remar y remar, parece que la orilla se va acercando, pero no hay que bajar la guardia.
Delicioso Milan Kundera como Pepito Grillo.
 
  • ALEJANDRO GRAVINA: sabor a Guatemala.
No hay nada más recomendable que ser eSpatriado e introducirse en la realidad de otro país, experimentar vivencias diferentes, aprender a respetar otras culturas y dejar de creerse el ombligo del mundo. Además, cuando dejas ese lugar, esa 'saudade' eterna te ayudan a valorar lo que tienes en cada momento. Un amigo italiano me dijo en una ocasión, que allí donde estábamos "uno vive la vida mientras que en Europa la vida te vive a ti". Por último, la sensación de volver y sentir que fue ayer cuando te fuiste, es inigualable.
Cuanto bien han hecho las lecturas de Augusto Monterroso.

  • SEÑORITA V: Santillana holidays.
Hace más de diez años decidí ser una de esas españolas que pasaban su verano trabajando en Londres. Hablo de un tiempo donde los Erasmus eran bastante raros, donde hablar de emigración española era pensar en Alfredo Landa y los 70 (época donde gente sin dinero, trabajo ni formación se iba a trabajar 12 horas en fábricas de países que casi ni ubicaban en el mapa). Con 20 años te da igual donde trabajar y asumes que tu futuro profesional en ese, país estará ligado a la comida rápida: a la semana me contrataron en Burger King, donde limpie baños, donde recogí bandejas, hice hamburguesas y atendí a ingleses trajeados de la city ... y es que mi contacto con los ingleses casi se redujo a eso. Yo era universitaria en España y sin embargo poder estar allí lo consideré un privilegio, porque un extranjero en España a menudo no era mejor tratado. Una ciudad maravillosa y una de las mejores experiencias que he tenido.
Las bicicletas y los Burger King son para el verano.

  • M.C. COPPOLA : en el epicentro del "we can".
Vivir en Washington D.C. se ha convertido en un viaje permanente sin fin y sin retorno. Mi país de origen quedó suspendido en el tiempo, y el de destino se ha convertido en una meta lejana que nunca cruzaré.  Ya no volveré a formar parte de aquella vida que dejé hace 14 años, porque ya no existe, así como nunca perteneceré completamente a esta cultura que me ha acogido durante más de la mitad de mi vida adulta. He aprendido que las culturas ajenas enriquecen y la propia limita. Mi logro más positivo: desprenderme de ese etnocentrismo que genera el acervo cultural propio y que convierte a un individuo en falso conocedor de otras culturas a larga distancia.
Aventurarse al mundo es como flotar desnudo en una piscina; la sensación de libertad es embriagadora y adictiva.
Importunada en el país de las oportunidades.









 
 
 
 
 
 
 

11 comentarios:

  1. No puedo estar más de acuerdo con los eSpatriados encuestados, y, aunque no nos lo admitieran en el INE como un trabajo de campo, a nosotros nos sirve como ejemplo. A mí me parece que esta forma de liberación, de superación personal que supone la eSpatriación, es el moderno Matar al Padre de que hablaba Freud. Me da mucha pena, porque, como en la guerra, siempre caen los mejores, pero es lo que tiene ser valiente y arriesgado.

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    1. Gracias por tus líneas Dubslav, como siempre tus aportaciones siguen traspasando fronteras. Respecto a la metáfora freudiana de "matar al padre" versus expatriación, si te he entendido bien fíjate que discrepo: cierto es que muchos llegan a embarcarse en la aventura internacional acaso como excusa- medio de divorcio fraternalista , pero lo ideal desde mi punto de vista sería que el pasaporte no lo sellara Edipo en el control de aduanas...no crees?

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  2. Hola, he acabado leyendo tu blog por una amiga común. Me ha gustado leer sobre las distintas experiencias que la gente tiene al emigrar.
    Yo me identifico más con el que emigró a la República Checa. En mi caso, yo lo hice hace un año a UK.
    Coincido plenamente en su descripción. La dureza, el abatimiento y la tristeza que llevas día a día cual cruz de Nazareno.
    Muchos dicen que vivir en el extranjero es una experiencia. Para mi no lo es, esto es simplemente una putada, y perdón por la expresión, pero quería ser contundente y tajante.
    Una experiencia es una erasmus, un trabajillo de verano en Londres y de vuelta a casa.
    Yo como muchos otros no puedo volver. Soy un viejo a los ojos del mercado laboral español y con menos de cuarenta años ya no valgo.
    He tenido mucha suerte en la vida. Extrañezas del destino me hicieron aprender inglés, idioma en el que me expreso más que decentemente y me he dedicado casi toda mi vida laboral a la fabricación de aviones.
    He querido llamarlas extrañezas o curiosidades del destino porque estas dos circunstancias han hecho que desde que vine aquí esté trabajando de lo mio.
    Pero, ¿soy por eso más feliz? Si y no.
    Por un lado feliz de poder trabajar en algo de lo que me siento orgulloso y me encanta, pero triste por no poder haber desarrollado mi trabajo en España.
    Como expatriado, o refugiado político, que es como a mi me gusta considerarme. Lo es aquel que huye de el estado político de su país y yo he tenido que huir de España por la política de nuestros políticos.
    Me siento como un reo cuyo delito desconoce y cuya pena es el exilio, vivir sin los suyos en un plateta extraño e inhóspito.
    Como bien se decía en una pancarta de una de las muchas manifestaciones: "No nos vamos nos echan".

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    1. Anónimo, es un placer contar con comentarios diáfanos y contundentes como el tuyo. Tu experiencia, al igual que la del fenomenal testimonio de Ben Hur en Rep. Checa resuelve ágilmente una de las incertidumbres que sustentan "mi estudio", cuantitativa y cualitativamente: ¿uno es MÁS feliz por haberse ido? ¿sentirse realizado profesionalmente es "suficiente"? ¿cuál es el precio de tener una experiencia?. Hace poco le preguntaba a un colega si tras una década fuera de Madrid, viviendo en varias de las ciudades más importantes del mundo, él se sentía MEJOR. Le formulé esa pregunta , abrazada como estaba (y estoy) por un enamoramiento profundo de Madrid, de sus calles, de sus bares, de su carisma, de su gente, de su día y de su noche, de la playa que no tiene, de su cultura, de sus olores en cada una de las 4 estaciones..... pensando que "coño! viaje donde viaje de momento nunca me siento MEJOR que ahí". Mi colega me respondió "yo tampoco me he sentido mejor en estos 10 años, simplemente diferente". Las comparaciones son odiosas, o eso dicen.

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    2. De nada, sólo quería hacer llegar a los demás mi experiencia, que es la de muchos. Pero que siendo la más extendida entre los emigrantes es al mismo tiempo la más desconocida, pues como bien dice Vanesa Balboa unas líneas más abajo lo de los de "por el mundo" es en la mayoría de las veces un caso excepcional, quedando la imagen real e ingrata de la emigración en un segundo plano.

      Un saludo.

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  3. Muy interesante este estudio y estas conversaciones con otros eSpatriados. Gracias por el esfuerzo de organización, y enhorabuena por el poder para movilizar a tus amigos!

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    1. Gracias a ti lector por tu apoyo. Así es, los testimonios de mis amigos son personas en cuyo criterio confío ciegamente. Apuesto como Willy Fog en seguir dando la talla en las futuras entradas.

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  4. Muy interesante ver que la gente que va y viene es eso, gente, no números o programas de "..por el mundo" llenos de gente acomodada aquí y allí que disfrutan de brunchs en Nueva York, playas privadas en Costa Rica o un porche para pasear cada día por Kuwait.
    La felicidad puede estar donde uno esté, o puede quedarse donde se quedó el corazón, nunca se sabe.

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    1. Vanesa cuánta razón tienes, sublimar nuestros aciertos/errores a veces es más fácil que simplemente pararse a respirar y mirar qué es lo que tenemos delante...o detrás. PD: me he reído mucho visionando el porsche en Kuwait...

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  5. Me ha encantado esta entrada!
    Me resulta muy interesante saber como se sienten las personas que se han ido... ya que una parte de mi desea irse, alejarse de este país que cada vez me gusta menos. Supongo que nada es perfecto y todo tiene su lado positivo y negativo.

    Gracias por tu blog :)

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    1. Ana, gracias a ti por tu lectura. Probablemente tu "nada es perfecto" es una guinda muy adecuada al análisis de pros, contras, cómos y porqués de la expatriación de un español en tierra de nadie, Yo termino abrazando la que hasta ahora me convence más de todas las conclusiones: disfrutar el proceso , en la excitación del camino recorrido, en al emoción de equivocarse o acertar con los senderos, el origen o el destino nos dan igual.

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